TÉ DORADO
El té amarillo es una rara variedad de té, que poco a poco va ganando reconocimiento en los países occidentales. Se produce sólo en China, donde cuenta con una larga tradición. Como el nombre sugiere, el té amarillo tiene una apariencia dorada, tanto las hojas secas como el licor del té preparado. Independientemente del color, tiene el mismo contenido de antioxidantes que el té verde pero carece de las fuertes notas a «hierba/verdura» que a algunos no les gustan.
En primer lugar, debe señalarse que hay dos tipos de té que son llamados «té amarillo»: el primero es el té amarillo verdadero, cuya apariencia es de color dorado y se produce, específicamente, para eliminar el sabor a hierba de los tés verdes, como ya dijimos. Es un tipo de té en sí mismo (como el blanco, verde, azul, rojo o negro) y es al que nos referiremos.
El otro «té amarillo» se refiere a los diferentes tés que pagaban los campesinos, al emperador chino, todos los años. El amarillo era el color real y todo el té que se pagaba como tributo (una forma de impuesto real) era llamado popularmente «té amarillo» ya que, básicamente, era destinado a llenar los almacenes de la familia real. Sin embargo, esos tés no eran de color amarillo.
El té amarillo es, casi por definición, un té que se oxida más que el té verde pero no tanto como el oolong, rojo o negro. La fase de secado es más lenta, permitiendo que las hojas de té húmedas tomen un color naturalmente amarillo claro y pierdan el sabor vegetal. Muchos bebedores de té lo prefieren porque los beneficios para la salud son los mismos pero el sabor es más sutil, ligero y suave, sin ningún amargor. Algunas personas encuentran que el té amarillo tiene un sabor dulce y persistente que es más pronunciado que en el té blanco, por ejemplo. El aroma es a menudo descrito como fresco y floral. A veces, el té verde mal procesado, se oxida y se hace pasar por té amarillo y así se vende. En estos casos, el té tiene un sabor a fermento, que el té amarillo real no tiene.
Las hojas de té se cosechan de igual modo que las destinadas a convertirse en el té verde y se secan de la misma manera. Una firma describe la fabricación de té amarillo en los siguientes pasos: Las hojas son inicialmente cocidas en grandes woks, hasta lograr una sequedad del 40 por ciento, después de lo cual se tuestan hasta lograr una sequedad del 70 por ciento. Todavía caliente, el té se embala y se deja oxidar durante siete días, luego de los cuales se tuesta hasta que está seco en un 95 por ciento. Otro relato de una provincia diferente describe cómo el té se cuece rápidamente en pequeñas cantidades a la vez y luego se envuelve en papel o tela. A continuación, se deja secar naturalmente durante unas pocas horas, después de lo cual se repite el proceso. El proceso puede tomar días en completarse, a satisfacción del maestro del té. El objetivo del ejercicio consiste en eliminar el aroma y sabor vegetal y lograr el color amarillo en las hojas. El té amarillo siempre se vende como té de hebra entera, lo que significa que las hojas de té no se cortan o parten.
Debido a que el proceso adecuado de elaboración de té amarillo es tedioso y consume mucho tiempo, éste se produce en volúmenes pequeños, más pequeños incluso que los tés blancos exclusivos y raros (se necesitan 50.000 brotes jóvenes para hacer un kilogramo de té). Se elabora, principalmente, en la provincias de Hunan y Anhui, aunque también pueden encontrarse variedades de Sichuan.
Aunque en internet se encuentran muchos nombres para este té, las dos únicas variedades que se pueden comprar en cantidad (aunque sigue siendo escaso) son el Jun Shan Yin Zhen (un té amarillo Aguja de plata, de la provincia de Hunan) y el Huang ya (brote amarillo de la provincia de Anhui). Estos son recogidos mientras las hojas son jóvenes y aún están enrolladas en brotes. Existen otros tés amarillos de hojas más grandes que se recogen más tarde en el ciclo de crecimiento.
Para prepararlo, debe utilizarse agua caliente a no más 80 º C, en una proporción de 2 gramos (1 cucharada de té de hebras) por 150 ml de agua y dejar reposar durante un minuto o dos. Este té tiende a oxidarse y se arruinará si no se utiliza en unos pocos meses luego de producido.[/caption]